¿Qué nos dicen los números sobre la evolución temporal de la enfermedad de Chagas? se preguntan autores chilenos en una publicación* que será motivo de la NOTICIA DEL DÍA.
Porque tal como se refería ayer, hoy 1º de agosto en consonancia con esta nota que han comenzado a leer, se produce el inicio del Ciclo de Conversaciones sobre Actualidad en Enfermedad de Chagas y nada mejor -considera el Editor- que comentar un tema que, incisiva y polémicamente abordan Mauricio Canals y cols*.
Comienzan considerando que la enfermedad de Chagas sigue siendo muy prevalente en Chile, sobre todo en algunas regiones del Hermano país. Desde 1999 se considera que en Chile se interrumpió la transmisión del vector. Idéntico diagnóstico que en Uruguay, Brasil y provincias de Argentina. Bajo esta premisa, la dinámica epidemiológica debería estar cambiando, ¿pero es esto así?
En un último párrafo de su publicación que fuera enviado también al Foro de Discusión perteneciente al mencionado Ciclo y que amerita ser copiado textual, dicen los autores:
….. los números analizados de la enfermedad de Chagas, nos muestran un panorama preocupante en el cual aunque hay evidencias de un descenso en las tasas de infestación domiciliaria, ésta no repercute aún sobre los indicadores de enfermedad en el hombre como prevalencia, incidencia y mortalidad. Más aún, la situación de los vectores es también preocupante ya que a pesar de la disminución de la infestación domiciliaria, hay vectores silvestres que podrían cobrar importancia, se reportan más focos silvestres de T. infestans, aumentan las intromisiones al domicilio y, por otra parte, los vectores muestran altos índices de infección. ……. Mientras la preocupación por esta enfermedad parece ir decreciendo con menores esfuerzos diagnósticos y menor enseñanza a nivel superior, por otra parte, los números muestran que el problema si es que no está aumentando, al menos mantiene su descuidada magnitud histórica.
Para arribar a esta conclusiones finales los autores analizaron la evolución de la prevalencia de la enfermedad de Chagas tomando 64.995 xenodiagnósticos realizados en el laboratorio de Parasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile entre 1949 y 2014 cruzando los datos con la evolución de la mortalidad y las tasas de infestación domiciliaria y el número de insectos vectores enviados al Instituto de Salud Pública y sus índices tripano-triatominos.
Observaron que la prevalencia de la enfermedad de Chagas en los habitantes de las zonas de riesgo se mantuvo estable en este período, así como la mortalidad. La tasa de incidencia muestra un aumento progresivo con una tendencia a la estabilización.
Se produjo un aumento progresivo de la morbilidad que obviamente no tuvo relación clara con la interrupción de la cadena vectorial. Mientras que la infestación en el hogar disminuye, los informes de intrusión de individuos solitarios y focos salvajes de T. infestans han aumentado. Los índices tripano-triatominos se mantuvieron con valores elevados en todas las especies de vectores. Este estudio muestra una situación preocupante, ya que si bien por un lado se hace hincapié en la interrupción de la transmisión de los vectores y en la mejora de los sistemas de investigación, la preocupación por esta enfermedad parece estar disminuyendo, Y por otra parte los números muestran que el problema si no está aumentando, por lo menos mantiene su despreocupada magnitud histórica.
¡Que no siga doliendo en el cuerpo una mujer, como señala el EDITORIAL de agosto de fiaiweb.com, en este caso nuestra olvidada Enfermedad!
* Mauricio Canals, Christian González, Lucia Canals, Andrea Canals, Dante Cáceres, Sergio Alvarado, Pedro E. Cattan, Miguel Saavedra, Inés Zulantay y Werner Apt. ¿Qué dicen los números de la evolución temporal de la enfermedad de Chagas? Rev Chilena Infectol 2017; 34 (2): 120-127. http://www.scielo.cl/pdf/rci/v34n2/art04.pdf