Se ha informado que los receptores de trasplantes de corazón de donantes con lesiones cerebrales traumáticas (TBI, por sus siglas en inglés) tienen una supervivencia inferior y mayores tasas de vasculopatía del aloinjerto en estudios realizados en un solo centro.
Partiendo de este preconcepto, la NOTICIA DEL DÍA de hoy comentará una publicación de autores pertenecientes a la Escuela de Medicina del Johns Hopkins University de Baltimore, Maryland en The Journal of Surgical Research en el reciente número de marzo de 2019 que se ocupó de analizar el impacto de los donantes con lesiones cerebrales traumáticas en los resultados después del trasplante de corazón.
Para introducir el tema, los autores manifiestan que la disfunción miocárdica después de una lesión cerebral traumática, también conocida como síndrome cerebral-cardíaco, se ha estudiado ampliamente en modelos preclínicos de lesión cerebral aguda.
Al describir este fenómeno se informó un aumento de 1000 veces en los niveles sistémicos de epinefrina en un modelo canino de aumento repentino de la presión intracraneal.
Un estudio posterior validó este hallazgo y describió cambios electrocardiográficos isquémicos difusos junto con remodelación ventricular en un modelo de conejo de rápida expansión del balón intracraneal.
En un nivel más fisiológico, la muerte cerebral rápida se ha relacionado con disfunción endotelial severa, desbordamiento de calcio y reducción coronaria del flujo sanguíneo.
Un estudio ecográfico reciente describió la lesión isquémica miocárdica tan pronto como 6 h después de la lesión cerebral aguda y las alteraciones de la microcirculación miocárdica en 3 días posteriores a la injuria.
Estos hallazgos agudos son particularmente preocupantes en el contexto del trasplante de corazón, que comúnmente se basa en individuos con lesión cerebral traumática (TBI) para la donación de órganos.
No hay evidencia concluyente de si estos hallazgos preclínicos se traducen en un detrimento medible en la supervivencia o la función de injerto de los receptores de trasplante de corazón.
Unos pocos estudios observacionales han descrito asociaciones con un aumento de la mortalidad de los receptores y vasculoplastia de aloinjerto cardíaco.
El propósito de este estudio fue examinar una cohorte abierta de receptores de trasplante de corazón en los Estados Unidos que recibieron un injerto de donantes con TBI, comparar su resultados con receptores de corazón sin TBI, y cuantifique el efecto que el síndrome cerebral y cardíaco podría tener en la supervivencia del receptor.
La hipótesis fue que la utilización de injertos de TBI podría tener un efecto en los resultados del receptor.
De esta manera se identificaron todos los trasplantes de corazón en adultos realizados durante el período 2007-2016 en la base de datos OPTN. (Organ Procurement & Transplantation Network)
Los receptores fueron dicotomizados según la causa de muerte del donante (TBI versus no TBI), se evaluaron las propensiones en 22 variables con asociaciones conocidas con la mortalidad y se compararon 1: 1 en pacientes no transplantados.
El criterio de valoración principal fue la mortalidad por todas las causas. Los puntos finales secundarios fueron la supervivencia condicional y las tasas de vasculopatía de aloinjerto cardíaco.
En total, 20.244 pacientes fueron sometidos a trasplante cardíaco. La TBI fue la causa principal de muerte en el 53,4% de los donantes (10,816 / 20,244), y entre los donantes de TBI, la lesión cerrada (59,6%; 6443 / 10,816) y la herida de bala (35%; 3781 / 10,816) fueron los mecanismos más comunes de lesión.
La concordancia de propensión generó 6919 pares (todas las diferencias medias absolutas <0.07).
La supervivencia ajustada al riesgo fue similar entre los receptores de donantes de TBI y los donantes sin TBI a los 5 años (78.1% versus 77.5%, log-rank P = 0.34).
La supervivencia ajustada al riesgo condicionada a la supervivencia a 1 año también fue similar a los 5 años (86.2% versus 86.1%, log-rank P = 0.74).
Las tasas ajustadas al riesgo a 5 años de la vasculopatía de aloinjerto cardíaco tampoco difirieron (30.6% versus 30.4%; log-rank P = 0.78).
Estos hallazgos permiten concluir que en el mayor análisis en trasplantes de corazón de donantes con TBI, se encontró una supervivencia y tasas similares de vasculopatía de aloinjerto cardíaco con respecto a aquellos que recibieron corazones de donantes sin TBI, hasta los 5 años posteriores al transplante.
Estos hallazgos deben disipar las preocupaciones sobre el trasplante continuo con esta población única de donantes.
* Suarez-Pierre A, Crawford TC, Zhou X, Lui C, Fraser CD 3rd, Etchill E, Sharma K, Higgins RS, Whitman GJ, Kilic A, Choi CW. Impact of Traumatically Brain-Injured Donors on Outcomes After Heart Transplantation. J Surg Res. 2019 Mar 22;240:40-47. doi: 10.1016/j.jss.2019.02.049. [Epub ahead of print]