En la edición del 30 de julio de 2024 del Egyptian Heart Journal, un grupo de investigadores de Rusia, Ucrania, Pakistan, Botsawa y Nigeria, publicaron una revisión narrativa que abordó la cuestión de las implicancias para la estratificación y el manejo del riesgo de la íntima relación entre las alteraciones del sueño, en particular la apnea obstructiva del sueño (OSA, por sus siglas en inglés de obstructive sleep apnea) y la incidencia de fibrilación auricular (FA)*.
Esta revisión será hoy comentada en la NOTICIA DEL DÍA.
Introduciéndose en el núcleo del tema, los autores señalaron que los trastornos del sueño son un grupo de afecciones que alteran los patrones normales del dormir.
Continuaron expresando que los mismos pueden ser causados por trastornos de salud mental, estrés, horarios de sueño irregulares, medicamentos y hábitos de vida.
La Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño (ICSD por sus siglas en inglés de International Classification of Sleep Disorders) ayudó a proporcionar una taxonomía estandarizada para estas alteraciones.
Así, se refirieron al insomnio, la respiración alterada durante el sueño, los trastornos centrales de hipersomnolencia, los trastornos del ritmo circadiano sueño-vigilia, las parasomnias y los trastornos del movimiento relacionados con el sueño.
La prevalencia de aquéllas varía según la afección específica.
Estos problemas del sueño pueden ser agudos o crónicos y afectan tanto a la población pediátrica como a la adulta.
En Estados Unidos, los estudios han demostrado que la prevalencia de los trastornos del sueño en la población general varía entre el 20 y el 41,7%.
Se puede observar que en todo el mundo, el trastorno del sueño más común es el insomnio, seguido de la apnea del sueño.
Varios estudios demostraron que el insomnio generalmente tiende a ser mayor en mujeres, mientras que los trastornos respiratorios del sueño fueron mayores en los ancianos.
Por otro lado, la fibrilación auricular fue el tipo más común de arritmia cardíaca observada.
La prevalencia mundial actual de fibrilación auricular es de aproximadamente 60 millones de casos y se espera que aumente en los próximos años.
Existen numerosos factores de riesgo que predisponen a la aparición de fibrilación auricular, desde la hipertensión y trastornos endocrinos como el hipertiroidismo y la diabetes hasta trastornos neurológicos como el accidente cerebrovascular.
Los hábitos de vida que aumentan el riesgo de fibrilación auricular incluyen el aumento del consumo de alcohol y un estilo de vida sedentario.
Los trastornos del sueño también tienen una relación causal con la fibrilación auricular; la misma está altamente asociada con la apnea obstructiva y central del sueño.
Cabe destacar que los pacientes con apnea del sueño tienen cuatro veces más riesgo de desarrollar FA, ya que con el tiempo la apnea del sueño conduce a la aparición de factores de riesgo como la hipertensión y la diabetes, que se sabe que causan FA.
La prevalencia de la fibrilación auricular aumenta con la edad y más de 1/3 de los pacientes tienen > 80 años.
La incidencia de FA es un 88% mayor en los pacientes con OSA, sin embargo, la de la OSA en los pacientes con FA no se puede determinar, ya que tiende a estar gravemente infradiagnosticada en estos casos
La apnea obstructiva del sueño y la fibrilación auricular comparten muchos factores de riesgo comunes que fomentan la relación bidireccional entre ambas.
Esta superposición de factores de riesgo también puede oscurecer la relación causal directa entre las mismas.
La necesidad de explorar más a fondo su bidireccionalidad va más allá de la fibrilación auricular e incluye el accidente cerebrovascular y otras comorbilidades cardiovasculares.
Al iniciar la discusión acerca de la relación entre estas dos patologías, los autores recordaron en primer lugar que la fibrilación auricular (FA) se caracteriza por la ausencia de ondas p en el ECG y un ritmo irregular.
A menudo se presenta con palpitaciones, que pueden ocurrir de forma aguda durante un período corto o de forma intermitente durante varios años.
Otros síntomas cardinales incluyen fatiga, disnea y mareos; sin embargo, es importante señalar que la mayoría de las personas afectadas son asintomáticas.
Al mismo tiempo, los trastornos del sueño como la apnea obstructiva del sueño (OSA), el insomnio, la narcolepsia y los trastornos del ritmo circadiano, que son un grupo de afecciones asociadas con el reloj interno del cuerpo que afectan el tiempo del sueño y el estado de alerta, están generando inquietud debido a sus posibles asociaciones con las arritmias.
Esta revisión exploró la relación bidireccional entre la FA y los trastornos del sueño, destacando sus implicancias para la estratificación del riesgo y las estrategias de manejo.
El enfoque narrativo de esta revisión sintetizó la evidencia de numerosos estudios obtenidos a través de búsquedas meticulosas de la literatura.
Los trastornos del sueño específicos con una relación bidireccional con la FA fueron el foco, con un escrutinio sobre la prevalencia de esta conexión.
El examen profundizó en la fisiopatología de la desregulación autonómica relacionada con el sueño y la inflamación, haciendo hincapié en las posibles modalidades de tratamiento.
En el mismo sentido, varias cohortes de metaanálisis destacaron una fuerte conexión entre los trastornos del sueño y la fibrilación auricular (FA).
Los pacientes con trastornos del sueño, especialmente OSA, tienen una mayor probabilidad de desarrollar FA y, a la inversa, aquellos con FA son más propensos a los trastornos del sueño.
Este impacto no se limita al desarrollo, ya que los trastornos del sueño también contribuyen a la progresión de la FA, y la FA, a su vez, afecta negativamente la duración y la calidad del sueño.
Además, los trastornos del sueño pueden desempeñar un papel importante en la remodelación auricular, así como en las anomalías electrofisiológicas, lo que hace que el tejido auricular sea más susceptible a la arritmogénesis.
Esta revisión narrativa sugirió que el tratamiento de los trastornos del sueño no solo podría mejorar la calidad del sueño, sino también reducir los factores de riesgo asociados con la fibrilación auricular.
El manejo eficaz de los trastornos del sueño surge como un desafío potencial en la prevención y el tratamiento de esta arritmia.
En conclusión, este estudio narrativo destacó la relación bidireccional entre los trastornos del sueño y la fibrilación auricular.
Existe una correlación positiva que afecta el desarrollo, la progresión y el tratamiento de la fibrilación auricular.
El impacto perjudicial de los trastornos del sueño en la remodelación auricular y las anomalías electrofisiológicas subraya la importancia de su diagnóstico y tratamiento.
La educación sobre la importancia del sueño y los beneficios del tratamiento de sus trastornos, se volvió imperativa para los pacientes que presentan ambas entidades.
Los pacientes con fibrilación auricular pueden experimentar trastornos del sueño de manera diferente a aquellos que no la presentan.
Las pruebas de detección como los cuestionarios del sueño y la polisomnografía (PSG) derivadas de la práctica de medicina general no funcionan bien en pacientes con enfermedades cardiovasculares como la fibrilación auricular.
Los pacientes con fibrilación auricular no muestran los signos patognomónicos exactos como ronquidos o somnolencia diurna.
Los otros síntomas como la fatiga y la disnea nocturna pueden ser multifactoriales, como causados por comorbilidades subyacentes.
Se necesitan más investigaciones para evaluar los trastornos del sueño en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Es posible que no haya fácil acceso a centros especializados del sueño, en particular en zonas rurales o desatendidas con disponibilidad limitada a especialistas del sueño.
Esto puede dificultar que los pacientes con FA reciban una evaluación y un tratamiento integrales para los trastornos del sueño.
Por otro lado, la obesidad se acompaña de diversas afecciones médicas, como hipertensión, diabetes mellitus y apnea obstructiva del sueño.
La postura hiperesténica puede provocar apnea del sueño, que a su vez causa fibrilación auricular.
En este grupo de pacientes, la pérdida de peso puede mejorar el pronóstico de la arritmia.
Hang Dinh Thi Dieu et al. realizaron un estudio prospectivo y descriptivo durante 6 meses en 139 personas con OSA grave tratados con CPAP autoajustable en su propio domicilio.
Los pacientes fueron seguidos durante más de 6 meses, mostrando algunos efectos secundarios en el tercer y sexto mes.
Las principales consecuencias no deseadas en el tercer mes fueron boca o nariz seca, dificultad para dormir, marcas o erupciones en la piel y dificultad para respirar.
En el sexto mes, algunos pacientes se negaron a seguir usando el CPAP debido a sensaciones incómodas mientras dormían.
Sin embargo, se necesitan más investigaciones para mejorar el dispositivo CPAP sin causar efectos secundarios a los pacientes.
Las futuras investigaciones sobre los trastornos del sueño en pacientes con fibrilación auricular se realizarán a nivel molecular y celular.
La terapia de modulación neural (autonómica) es una de las futuras direcciones en el tratamiento de pacientes con fibrilación auricular asociada a la OSA.
Se necesitan ensayos controlados aleatorios para evaluar la eficacia y la duración de diversas terapias del sueño para prevenir la recurrencia de la fibrilación auricular y mejorar la salud general.
En síntesis y reiterando lo expresado, este estudio narrativo concluyó que se ha observado que los trastornos del sueño tienen una relación bidireccional con la fibrilación auricular.
En efecto, existe una fuerte asociación entre los trastornos del sueño y los pacientes con fibrilación auricular con trastornos del sueño como la apnea obstructiva (OSA), que tienen más probabilidades de desarrollar fibrilación auricular y aquellos con fibrilación auricular tienen más probabilidades de tener trastornos del sueño.
Por lo tanto, los trastornos del sueño pueden contribuir al desarrollo y progresión de la fibrilación auricular, y la fibrilación auricular puede empeorar la calidad y duración del sueño.
Se ha demostrado que los pacientes con CPAP tienen efectos secundarios y empeoran la calidad del sueño debido al uso continuo del dispositivo durante la noche.
Los trastornos del sueño pueden desempeñar un papel importante en la remodelación auricular y en las anomalías electrofisiológicas del corazón que contribuyen a la fibrilación auricular.
Los trastornos del sueño también pueden alterar la estructura y la función del tejido auricular, lo que lo hace más susceptible a la arritmogénesis.
Esta revisión narrativa demostró que el tratamiento de los trastornos del sueño puede mejorar la calidad del sueño y reducir los factores de riesgo de la fibrilación auricular.
El tratamiento del trastorno del sueño puede ser un desafío eficaz para la prevención y el tratamiento de esta alteración del ritmo cardíaco.
A los pacientes con fibrilación auricular y trastornos del sueño se les debe informar sobre la importancia del sueño y los beneficios del tratamiento de tales disfunciones del sueño.
Igualmente, esta revisión narrativa también destacó de forma enfática la importancia del diagnóstico de los trastornos del sueño en pacientes con fibrilación auricular.
* Ogieuhi IJ, Ugiomoh OM, Awe M, Khan M, Kwape JM, Akpo D, Thiyagarajan B, Nnekachi NP. Exploring the bidirectional relationship between sleep disorders and atrial fibrillation: implications for risk stratification and management. Egypt Heart J. 2024 Jul 30;76(1):95. doi: 10.1186/s43044-024-00524-z. PMID: 39080107; PMCID: PMC11289190.