06.08.2020

Reorganización de una unidad de insuficiencia cardíaca ante la pandemia de COVID 19

Un grupo de autores italianos del Centro Cardiologico Monzino, y del Departamento de Ciencias Clínicas y Salud Comunitaria de la Universidad de Milán, publicaron en la edición de julio del European Journal of Preventive Cardiology los resultados de un estudio comparativo en el que analizaron aspectos de la atención al paciente cardíaco durante la pandemia del COVID-19 y se plantearon cómo reorganizar una unidad de insuficiencia cardíaca en el contexto de la misma*.

Introducen el tema de manera poética señalando que en 1827, Alessandro Manzoni escribió sobre la peste en Milán en su famosa novela The Betrothed, que se estableció en 1620. 

Destacan cómo reina la incertidumbre al comienzo de los tiempos difíciles, como aquel de la peste o el actual debido al brote de COVID-19, y cómo se debería estar siempre dispuesto a cambiar rápida y dinámicamente el punto de vista, las creencias y los comportamientos. 

Hasta la fecha de publicación del paper, la propagación pandémica del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) ha afectado a más de 100 países en cuestión de semanas, e Italia sufría casi un tercio de los casos de muerte en todo el mundo. 

Pocos estudios han demostrado cómo las enfermedades cardiovasculares tienen un fuerte impacto negativo en la mortalidad en pacientes ingresados ​​con COVID-19, siendo más frecuentes en los casos más graves (hasta el 25% de los pacientes de cuidados intensivos) . 

Más arritmias, síndromes coronarios agudos, aumentos en los niveles de troponina cardíaca de alta sensibilidad, miocarditis, paro cardíaco e insuficiencia cardíaca aguda se ven con frecuencia en este contexto clínico

No está claro si las condiciones de estos problemas cardíacos son complicaciones inespecíficas de la mayor demanda cardiometabólica provocada por el COVID-19, el estado pro-trombótico relacionado con la infección y la cascada inflamatoria, los efectos directos del virus en los cardiomiocitos o simplemente los resultados de la mayor probabilidad de que los pacientes cardíacos se infecten gravemente.

En el contexto de la pandemia, las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en los países occidentales, aún ocurren con frecuencia en la población general. 

Sin embargo, en el área metropolitana de Milán, en las semanas previa a la  publicación, se observó una reducción de hasta un 50% en los ingresos hospitalarios por eventos cardiovasculares agudos y un aumento significativo del infarto agudo de miocardio de presentación tardía, debido a problemas de seguridad (miedo a contraer una infección viral en el hospital) o el aumento del tiempo de respuesta ante emergencias. 

Esta observación se ha repetido dramáticamente en todo el mundo.

En el presente documento los autores describen cómo la unidad de insuficiencia cardíaca en la que se desempeñan, el Centro Cardiológico Monzino, un hospital de cardiología monoespecialista ubicado en la región de Italia más afectada por la pandemia, que solía tener 18 habitaciones para asistir hasta 36 pacientes hospitalizados y un gran centro ambulatorio, debió cambiar para adaptarse a los requerimientos surgidos durante la pandemia, y específicamente describieron cómo han modificado progresivamente en unas pocas semanas la organización de la Unidad de insuficiencia cardíaca para hacer frente al nuevo brote de COVID-19. 

A pesar de una reducción en el número de trabajadores de la salud, la sala ha sido reorganizada para atender tanto a COVID-19 como a pacientes cardiovasculares. En particular, de acuerdo con un procedimiento de tres pasos, dividieron a los pacientes ingresados ​​en casos confirmados, sospechosos y excluidos (respectivamente, asignados en áreas separadas «rojo», «rosa» y «verde»). 

Debido a la ausencia de pautas definitivas, el objetivo fue describir la estrategia para enfrentar la emergencia actual, a fin de reorganizar el hospital de una manera dinámica y proactiva. Citando al famoso escritor italiano Alessandro Manzoni, «es menos malo estar agitado en la duda que descansar en el error».

En conclusión, los autores describen cómo fueron modificado la unidad de insuficiencia cardíaca con el objetivo de seguir tratando a los pacientes con insuficiencia cardíaca grave, protegiéndolos del contagio inhospitalario, una eventualidad con consecuencias catastróficas. 

Paralelamente, intentaron hacer frente al creciente número de pacientes con COVID-19, tratando de no infectarse. La abrumadora velocidad de la pandemia los obligó a reorganizar el servicio de manera dinámica, proactiva y a tomar decisiones rápidos, arbitrarios e innovadores. 

Para citar de nuevo a Alessandro Manzoni ‘Es menos malo estar agitado en la duda que descansar en el error’. (Alessandro Manzoni, La columna de la infamia, 1840).

* Agostoni P, Mapelli M, Conte E, et al. Cardiac patient care during a pandemic: how to reorganise a heart failure unit at the time of COVID-19. Eur J Prev Cardiol. 2020;27(11):1127-1132. doi:10.1177/2047487320925632

 

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