En la edición de noviembre del International Journal of Cardiovascular Imaging, autores de Colombia y EEUU publicaron una revisión que abordó el tema del rol de la resonancia magnética cardíaca en la enfermedad de Chagas estableciendo un paralelo con los resultados provenientes de los estudios electrofisiológicos*.
Señalan los autores para introducirse en el tema, que la enfermedad de Chagas (EC) es causada por el protozoo Trypanosoma cruzi, adquirido por transmisión congénita o por vectores, y -agregamos nosotros- por una transfusión de sangre de una persona ya parasitada.
Según una estimación de la Organización Mundial de la Salud, cerca de 6 millones de personas en 21 países latinoamericanos están infectadas crónicamente con este microorganismo, y en las Américas causa más discapacidad que cualquier otra enfermedad parasitaria, incluida la malaria.
Aunque el T. cruzi es endémico de América del Sur, la migración ha provocado que la EC se encuentre actualmente en todo el mundo, incluidos los Estados Unidos y Europa, con aproximadamente 300.000 individuos afectados en América del Norte, por lo que lo que representa una carga potencial para la salud pública en esta región.
La historia natural de la enfermedad comprende dos fases. Una fase aguda se caracteriza por síntomas inespecíficos similares a los virales, durante los cuales 60 a 80% de los pacientes pueden curarse con un tratamiento temprano y el porcentaje restante entra en un estado de infección crónica.
Esta fase crónica puede ser inicialmente asintomática, conocida como la forma indeterminada de la enfermedad, pero aproximadamente el 30-40% de estos pacientes progresa a una forma sintomática o determinada durante un período de años a décadas, desarrollando manifestaciones cardíacas y gastrointestinales de la enfermedad.
La afectación cardíaca ocurre en el 20-40% de los pacientes con EC, que se presentan con una variedad de condiciones que incluyen miocardiopatía dilatada, bradi y taquiarritmias, aneurismas biventriculares, insuficiencia cardíaca, tromboembolismo y muerte cardíaca súbita. (SCD por sus siglas en inglés). Esta última sigue siendo la causa más común de mortalidad en la enfermedad cardíaca de Chagas (CC).
El diagnóstico de la cardiopatía chagásica se basa clásicamente en pruebas serológicas, anomalías electrocardiográficas y hallazgos ecocardiográficos, dejando los estudios de electrofisiología (EF) invasivos para el mapeo y ablación de las arritmias ventriculares.
Aunque la ecocardiografía es el estudio de imágenes más utilizado para evaluar esta cardiopatía, el advenimiento de la RMC ha sido útil para demostrar la extensión y las características de la afectación miocárdica en la enfermedad de Chagas.
Como tal, los expertos recomiendan actualmente la RMC para pacientes seleccionados con arritmias ventriculares graves para cuantificar la extensión de la fibrosis y el riesgo de MSC.
La MF (myocardial fibrosis, por sus siglas en inglés) evidenciada por la presencia de realce tardío está presente en más de dos tercios de los pacientes con CC.
Por lo general, afecta principalmente a las paredes basal inferolateral y apical del VI, y puede estar presente en una distribución sub-endocárdica, media-pared, subepicárdica o transmural.
Los mapas de realce tardío y el electrograma proporcionan datos complementarios sobre el riesgo de arritmias ventriculares en la cardiopatía chagásica. El propósito del artículo que se comenta fue revisar la fisiopatología de la CC y la literatura existente sobre los hallazgos en la RMC.
Comparamos esta evidencia con la de los estudios de EF para la ablación de la taquicardia ventricular (TV) en las CC, dados sus hallazgos complementarios sobre la relación entre la fibrosis y el riesgo de arritmias en las CC.
La resonancia magnética cardíaca (RMC) ha demostrado su utilidad para caracterizar la fibrosis miocárdica (MF). La fibrosis subepicárdica y de la pared media son patrones de MF menos frecuentes en la cardiopatía chagásica que la cicatriz transmural, que se asemeja al infarto de miocardio.
Las áreas comúnmente involucradas de MF incluyen el vértice del ventrículo izquierdo y la pared inferolateral basal, lo que sugiere un papel de la isquemia divisoria de aguas en la fisiopatología de la fibrosis.
Los estudios de electrofisiología han ayudado a refinar la relación entre MF y VT en este contexto. Este artículo revisa los patrones de la fibrosis en la CC y correlaciona estos patrones con los patrones del electrograma para predecir el riesgo de arritmias ventriculares y muerte súbita.
* Duran-Crane A, Rojas CA, Cooper LT, Medina HM. Cardiac magnetic resonance imaging in Chagas’ disease: a parallel with electrophysiologic studies. Int J Cardiovasc Imaging. 2020 Nov;36(11):2209-2219. doi: 10.1007/s10554-020-01925-2. Epub 2020 Jul 1. PMID: 32613382.