27.10.2017

Seguimiento a largo plazo de pacientes con síndrome de Brugada y CDI

El 24 de octubre, la NOTICIA DEL DÍA se hizo eco de una publicación francesa que daba cuenta de una revisión y actualización sobre Síndrome de Brugada (SBr).

Hoy, nuevamente impulsados por el interés que despierta esta canalopatía, la NOTICIA DEL DÍA comentará un paper del Grupo de los hermanos Brugada del Hospital Clinic de Barcelona secundados por otros investigadores españoles que realizaron un importante seguimiento a largo plazo de pacientes con síndrome de Brugada y cardiodesfibriladores implantados, publicado en el Journal of American College of Cardiology*.

Recuerdan los autores que hasta la fecha, la única terapia efectiva para la prevención de la MS en el SBr es el uso de un cardiodesfibrilador implantable (CDI).

Aunque el tratamiento con quinidina y la ablación terapéutica por catéter han demostrado eficacia en arritmias ventriculares recurrentes, los pacientes que han experimentado un paro cardíaco previo o eventos sincopales secundarios a TV / FV deben someterse a implantación de CDI.

Sin embargo, el implante de CDI para la prevención primaria en pacientes con SBr todavía se debate debido a la falta de herramientas de estratificación de riesgo apropiadas.

Los pacientes asintomáticos cuyo ECG de diagnóstico (tipo 1) solo se documenta después de la administración de fármacos bloqueantes del canal de sodio, deben evitar desencadenantes como fiebre o medicamentos contraindicados y deben seguirse regularmente sin implante de CDI.

Por el contrario, el tratamiento en pacientes con ECG tipo 1 espontáneo y sin antecedentes de MS sigue siendo controvertido. En estos pacientes, la incidencia anual de eventos arrítmicos malignos varía entre las series, pero se ha estimado que está en aprox 1% a 9%, y la estimulación ventricular programada se puede considerar para la estratificación de riesgo.

Desafortunadamente, el SBr afecta a personas jóvenes activas y sanas con una esperanza de vida> 30 años. Como resultado, se ha descrito que estos pacientes tienen más probabilidades de experimentar complicaciones relacionadas con el dispositivo, incluyendo descargas inapropiadas y problemas relacionados con los electrodos (entre 20% y 36% después de 21 a 47 meses de seguimiento).

Aún no se sabe si los posibles efectos adversos son compensados por la eficacia del implante en la población de pacientes en los que es indicado.

En esta publicación los autores informan la experiencia de más de 20 años de una gran cohorte de pacientes con el síndrome de un solo centro, receptores de cardiodesfibriladores, evaluando los beneficios y los efectos adversos de esta terapia después de un seguimiento a largo plazo.

De un total de 370 pacientes con SBr en seguimiento (edad 43 ± 14 años, 74% varones), 104 pacientes (28.1%) fueron tratados con CDI. analizándose la incidencia a largo plazo de choques y complicaciones.

El implante se realizó para prevención secundaria en 10 pacientes (9,6%) y para prevención primaria en 94 pacientes (90,4%). Después de un seguimiento de 9.3 ± 5.1 años, 21 pacientes (20.2%) experimentaron un total de 81 descargas apropiadas (tasa de incidencia 2.2 por 100 personas-años). La tasa de descargas apropiadas fue mayor en pacientes con prevención secundaria (p <0,01).

Sin embargo, 4 de los 45 pacientes asintomáticos (8,9%) experimentaron una terapia apropiada; todos ellos presentaban un electrocardiograma tipo 1 espontáneo y arritmias ventriculares inducibles. En el análisis multivariable, el electrocardiograma tipo 1 con síncope (hazard ratio: 4,96; intervalo de confianza del 95%: 1,87 a 13,14; p <0,01) e indicación de prevención secundaria (hazard ratio: 6,85; intervalo de confianza del 95%: 2,29 a 20,50; p < 0.01) fueron predictores significativos de terapia apropiada.

Nueve pacientes (8.7%) experimentaron 37 choques inapropiados (tasa de incidencia 0.9 por 100 personas-años). Veintiún pacientes (20.2%) tuvieron otras complicaciones relacionadas con el implante (tasa de incidencia 1.4 por 100 personas-años). Tres pacientes (2.9%) murieron (1 tormenta eléctrica y 2 muertes no cardiovasculares).

Por lo tanto, la terapia con CDI es una terapia efectiva en pacientes de alto riesgo con síndrome de Brugada. Sin embargo, también se asocia con un riesgo significativo de complicaciones relacionadas con el dispositivo. El cuidado especial durante el implante, la programación adecuada del dispositivo y el seguimiento regular pueden permitir reducir el número de eventos adversos.

* Hernandez-Ojeda J, Arbelo E, Borras R, Berne P, Tolosana JM, Gomez-Juanatey A, Berruezo A, Campuzano O, Sarquella-Brugada G, Mont L, Brugada R, Brugada J. Patients With Brugada Syndrome and Implanted Cardioverter-Defibrillators: Long-Term Follow-Up. J Am Coll Cardiol. 2017 Oct 17;70(16):1991-2002. doi: 10.1016/j.jacc.2017.08.029

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