08.09.2024

Síndrome de Kartagener

Investigadores que se desempeñan en la Unidad de Neumoalergología Pediátrica, del Departamento de Pediatría y en el Hôpital Mère-Enfant Abderrahim Harouchi del Centro Hospitalario Universitario Ibn Rochd, de Casablanca, Marruecos, publicaron en la edición del 6 de junio de 2024 de Cureus  una serie de 4 casos de infantes afectados de síndrome de Kartagener*.

El Síndrome de Kartagener (SK), también conocido como síndrome de disquinesia ciliar o discinesia ciliar primaria (DCP), es una enfermedad genética rara en la que algunos elementos celulares (cilios y flagelos) no funcionan correctamente. 

Este trastorno genético provoca alteraciones en la motilidad ciliar debido a mutaciones en diferentes genes.

El diagnóstico del Síndrome de Kartagener se basa en la identificación de una triada de síntomas clínicos: situs inversus, sinusitis y bronquiolectasias. 

Posteriormente, para confirmar el diagnóstico clínico se lleva a cabo un estudio microscópico de las células ciliadas en el laboratorio.

Este trastorno genético puede poner en riesgo la vida de los pacientes debido al cuadro clínico multisistémico que genera. 

Además, la mayoría de hombres y mujeres que  lo padecen tienen problemas de fertilidad.

La discinesia ciliar primaria (DCP) es un trastorno congénito poco frecuente asociado con una anomalía permanente y ubicua de la estructura y/o función ciliar.

Es una ciliopatía genética autosómica recesiva poco común que causa defectos en la acción de los cilios que recubren el tracto respiratorio superior e inferior, los senos nasales, la trompa de Eustaquio, el oído medio, las trompas de Falopio y los flagelos de los espermatozoides.

Esta rara enfermedad tiene una prevalencia de 1/10.000-20.000 nacimientos. 

En su forma respiratoria, la disfunción de los cilios en la mucosa respiratoria superior e inferior conduce a una enfermedad pulmonar obstructiva crónica de aparición temprana, secundaria a trastornos de depuración mucociliar e infecciones respiratorias recurrentes. 

El diagnóstico suele ser difícil de confirmar. 

Los síntomas no son muy específicos, las investigaciones son complejas y el enfoque diagnóstico aún no es consensuado. 

El diagnóstico suele confirmarse varios años después de la aparición de los síntomas o incluso en la edad adulta. 

La DCP se manifiesta por lateralización de los órganos en el 50% de los casos, lo que da lugar al síndrome de Kartagener, que combina bronquiectasias, situs inversus y sinusitis crónica. 

El diagnóstico precoz es crucial para preservar la función pulmonar, la calidad y la expectativa de vida y prevenir complicaciones. 

Este trabajo tuvo como objetivo describir los aspectos clínicos y paraclínicos de la PCD (por sus siglas en inglés de primary ciliary dyskinesia), tomando como modelo el síndrome de Kartagener, y destacar las dificultades para confirmar el diagnóstico en el contexto marroquí.

Sintetizando, el síndrome de Kartagener es una disquinesia ciliar autosómica recesiva poco frecuente que combina una tríada compuesta por bronquiectasias, sinusitis crónica y situs inversus. 

Este trabajo tuvo como objetivo describir los aspectos clínicos y paraclínicos de la disquinesia ciliar primaria utilizando el síndrome de Kartagener como modelo y destacar las dificultades para confirmar el diagnóstico. 

Fueron reportados cuatro observaciones (tres niños y una niña con una edad promedio de 10 años) de síndrome de Kartagener recolectadas en el departamento de neumoalergología pediátrica. 

Se encontró broncorrea crónica y manifestaciones otorrinolaringológicas en todos los casos. 

Se encontraron signos de síndrome de dificultad respiratoria neonatal en solo un caso. 

Un niño presentó rasgos faciales dismórficos sugestivos de síndrome de Noonan e hipoacusia conductiva. 

Se encontró hipocratismo digital en la mitad de los casos, junto con crepitaciones pulmonares y ruidos cardíacos percibidos en el lado derecho. 

La tomografía computarizada de tórax mostró bronquiectasias en todos los pacientes y adenopatía necrótica sugestiva de tuberculosis en un caso. 

La imagen sinusal mostró un aspecto de pansinusitis. 

Todos los niños tuvieron situs inversus abdominal con dextrocardia. 

Habían recibido tratamiento antibiótico con amoxicilina-ácido clavulánico asociado a fisioterapia respiratoria. 

La niña se había beneficiado de una lobectomía derecha con un seguimiento de 18 meses y una buena evolución. 

A la luz de estas cuatro observaciones, los autores señalaron que el síndrome de Kartagener es una enfermedad rara que puede ser compatible con la vida normal si el tratamiento se realiza de forma precoz. 

Sin embargo, en el contexto de un país de África septentrional, la dificultad de confirmar el diagnóstico explica su retraso con el riesgo de progresión de las lesiones pulmonares.

Los autores analizan que la DCP, también conocida como síndrome de cilios inmóviles, es una enfermedad de origen genético causada por una disfunción hereditaria del aparato ciliar. 

La DCP es un grupo heterogéneo de trastornos autosómicos recesivos de la ultraestructura y la función ciliares. 

Se trata de enfermedades respiratorias raras, y su frecuencia se estima entre 1/10000 y 1/40000. 

La prevalencia de esta patología es probablemente mayor en Marruecos, que tiene una alta tasa de endogamia. 

Se trata de una enfermedad responsable de un defecto de purificación mucociliar que conduce a infecciones crónicas y/o recurrentes de las vías respiratorias superiores e inferiores que comienzan en la infancia.

El síndrome de Kartagener es un subtipo de DCP caracterizado por un situs inversus que acompaña a los síntomas típicos de la ciliopatía. 

Las anomalías en los cilios primarios de las células nodales embrionarias conducen a un flujo nodal anormal y a una lateralización visceral. 

Un defecto de lateralización parcial (heterotaxia) se encuentra en el 12% de los casos de DCP, como la dextrocardia simple, el hígado medio, el isomerismo o el síndrome de Ivemark. 

Este último, también conocido como  asplenia con anomalías cardiovasculares e isomería auricular derecha, es un ejemplo de síndrome de heterotaxia. 

Estos trastornos congénitos poco comunes se caracterizan por defectos en el corazón, el bazo y órganos pares como los pulmones y los riñones.

Los síntomas del DCP suelen comenzar en la infancia o incluso en el período neonatal, con síntomas respiratorios crónicos no específicos, por lo que generalmente no se diagnostica.

La edad de diagnóstico varía de un autor a otro y suele ser tardía. 

Algunos autores han descrito casos en el período neonatal. 

De hecho, la aparición de distrés respiratorio neonatal inexplicable en un recién nacido a término es muy frecuente, con una incidencia que varía del 44% al 85%. 

Los síntomas respiratorios son inespecíficos en los recién nacidos y van desde taquipnea transitoria hasta dependencia prolongada de oxígeno. 

Estos síntomas pueden estar asociados a anomalías radiológicas como atelectasia segmentaria. 

La anamnesis revela consanguinidad parental en alrededor del 20% de los casos.

Los signos respiratorios están presentes en todos los pacientes. 

La asociación de una tos crónica diaria con síntomas otorrinolaringológicos de inicio temprano es altamente sugestiva de DCP. 

En niños pequeños, los síntomas principales son una tos crónica asociada con broncorrea crónica, complicada por exacerbaciones y/o infecciones broncopulmonares agudas. 

La auscultación generalmente muestra roncas, crepitaciones y, a veces, sonidos sibilantes. 

La principal manifestación extrarrespiratoria son los defectos de lateralización visceral (principalmente situs inversus totalis, pero a veces dextrocardia simple, hígado medio, polispenia, isomerismo, síndrome de Ivemark, etc.), reportados en el 40-50% de los pacientes. 

Otras malformaciones raras se asocian con DCP, principalmente cardiovasculares, en el 3-8% de los pacientes. 

Estos elementos clínicos están más asociados que específicos, y la eliminación de ciertos diagnósticos diferenciales requiere una mayor investigación de DCP.

La presencia de dilataciones bronquiales predominantemente en la base en un niño o adolescente debe plantear la posibilidad de DCP. 

Estas bronquiectasias se identifican en una tomografía computarizada torácica, que puede utilizarse para determinar su tipo anatómico, extensión e incluso complicaciones. 

El diagnóstico se realiza cuando el diámetro intrabronquial es mayor que el de la arteria asociada. 

Afectan con mayor frecuencia a los lóbulos medio e inferior.

Se han recopilado datos microbiológicos de pacientes con DCP en varios estudios, que varían considerablemente en tamaño de grupo. 

Los patógenos aislados con mayor frecuencia de muestras respiratorias de niños con DCP son Haemophilus influenzae ,  Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus.

Se pueden encontrar cultivos positivos de micobacterias no tuberculosas en hasta el 10% de los pacientes. 

En estudios transversales, se ha aislado Pseudomonas aeruginosa en alrededor del 10% de los pacientes. 

No existe un diagnóstico estándar para DCP, que a menudo es difícil de confirmar, a pesar de la gama de pruebas diagnósticas sofisticadas disponibles. 

El diagnóstico se basa en la presentación clínica, la medición del óxido nítrico nasal, el análisis de la función móvil ciliar mediante videomicroscopía de alta velocidad, microscopía electrónica de transmisión y genotipificación. 

La inmunofluorescencia sigue siendo una perspectiva futura.

Las recomendaciones estadounidenses sugieren un análisis genético precoz en el abordaje diagnóstico (variantes patogénicas bialélicas en genes asociados a DCP. 

En las poblaciones estudiadas se han identificado defectos genéticos en alrededor del 60% de los casos, y muchos genes aún están por identificar.

Finalmente, las mutaciones genéticas en pacientes con DCP con ultraestructura ciliar normal ofrecen una confirmación irrefutable de que la entidad puede ocurrir en ausencia de anomalías ciliares en la microscopía electrónica. 

Estas exploraciones no están disponibles actualmente en el contexto del país africano.

Las guías de la Sociedad Respiratoria Europea y de la Sociedad Torácica de EEUU insisten en que la demostración de una mutación bialélica patógena o una mutación hemicigótica ligada al cromosoma X en un gen conocido implicado en la DCP confirma el diagnóstico.

En la actualidad no existe un tratamiento etiológico específico. 

El mismo se basa fundamentalmente en fisioterapia para el drenaje bronquial, asociado a antibioterapia en periodos de infecciones respiratorias, vacunación (Pneumococcus y Haemophilus influenzae) y monitorización cardiaca. 

Las guías europeas recomiendan que los niños sean revisados una vez cada tres meses para una evaluación respiratoria mediante espirómetro y microbiología del esputo, con acceso a broncoscopia y pruebas más especializadas si es necesario.

En caso de exacerbaciones clínicas o deterioro de las pruebas de función pulmonar, se recomienda el tratamiento antibiótico. 

El tratamiento antibiótico debe ser prolongado (≥10-15 días) y adaptado a los últimos exámenes microbiológicos, dando preferencia a los de amplio espectro (clásicamente amoxicilina-ácido clavulánico, cefalosporinas o cotrimoxazol).

La lobectomía no se propone sistemáticamente como tratamiento para la DCP. 

La decisión de realizar una lobectomía requiere una discusión multidisciplinaria entre neumólogos, anestesiólogos y cirujanos.

Aunque la lobectomía puede ser beneficiosa en casos raros de DCP con bronquiectasias localizadas graves, debe considerarse con precaución. 

En pacientes con insuficiencia respiratoria terminal, puede sugerirse un trasplante de pulmón o de corazón-pulmón.

El manejo otorrinolaringológico se basa en la antibioterapia durante las exacerbaciones, combinada con un tratamiento de base adaptado a la patología sinusal y/o otológica. 

La irrigación nasal con suero isotónico es la base del tratamiento de la rinosinusitis crónica. 

Los corticoides locales pueden ser útiles para reducir la inflamación de la mucosa, especialmente en presencia de pólipos, aunque no se han estudiado en el contexto de la DCP. 

En caso de déficit auditivo que afecte a la comunicación y la adquisición, se propone un audífono de forma temporal.

El síndrome de Kartagener sigue siendo una enfermedad rara e incapacitante, pero que puede ser compatible con una vida normal si se trata de forma temprana. 

Sin embargo, en las formas con lesiones pulmonares importantes, el pronóstico del paciente está en riesgo a corto plazo debido al daño multivisceral grave.

En conclusión, a la luz de estas cuatro observaciones, los autores reiteraron que el síndrome de Kartagener sigue siendo una enfermedad genética rara cuyo manejo precoz, adecuado y multidisciplinario mejora su perfil evolutivo al retrasar y disminuir la frecuencia de complicaciones.

* El Marzouki N, Alaoui-Inboui FZ, Slaoui B. Kartagener’s Syndrome: A Case Series. Cureus. 2024 Jun 5;16(6):e61722. doi: 10.7759/cureus.61722. PMID: 38975481; PMCID: PMC11225540.

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