La edición del 28 de marzo de Pediatrics dedicó espacio a un artículo de Medow y cols* y el correspondiente Editorial de Anderson** al tema de la Taquicardia postural vs síncope vasovagal en jóvenes, entidades que suelen confundirse pero que tienen características específicas que es necesario tener presente ya que de una correcta diferenciación surgirán las pertinentes indicaciones, que no son idénticas. También Medscape en español se hizo eco de las consideraciones***.
El síncope vasovagal recurrente se debe a hipoperfusión cerebral transitoria por hipotensión episódica y bradicardia. El diagnóstico se establece por los antecedentes personales patológicos, en tanto que el síndrome de taquicardia postural se define por los síntomas diarios crónicos de intolerancia postural, con taquicardia ortostática excesiva sin hipotensión.
Al parecer existe cierta confusión para distinguir a estos dos grupos, debido a que en algunas personas que sufren sincopes, la frecuencia cardiaca aumenta a cifras que pueden indicar síndrome de taquicardia postural, sin embargo, los pacientes con este síndrome no muestran hipotensión. Además, el síndrome de taquicardia postural es crónico, con síntomas diarios, en tanto que el síncope vasovagal es episódico.
El grupo de investigadores utilizó el tilt test para realizar la valoración en 47 pacientes (29 mujeres; media de edad: 18 años) con síncope vasovagal postural recurrente que tuvieron al menos tres síncopes en el último año, y 15 controles equiparados en cuanto a edad e índice de masa corporal. En todos ellos se determinaron la presión arterial, la frecuencia cardiaca, el gasto cardiaco, la resistencia periférica total y el dióxido de carbono al final del ciclo respiratorio.
Al realizar el test, la frecuencia cardiaca aumentó de manera estadísticamente significativa a los 5 y 10 minutos, tanto en los controles como en los pacientes con síncope vasovagal postural; lo hizo en un máximo de 20,3 latidos por minuto en los controles, y en los pacientes con síndrome vasovagal fue mayor de manera estadísticamente significativa (39,8). Este aumento de la frecuencia cardiaca de un mínimo de 40 latidos por minuto ocurrió en 26% de los pacientes con síncope vasovagal a los cinco minutos, y en 44% a los 10 minutos, pero no en los controles.
Por lo tanto a los pacientes no se les debe diagnosticar síndrome de taquicardia postural basándose únicamente en los incrementos ortostáticos en la frecuencia cardiaca.
Estos dos diagnósticos se establecen con base en los datos clínicos y no existe una prueba definitiva que distinga uno del otro.
Los hallazgos indican que la taquicardia durante el tilt test no significa automáticamente que un paciente tenga síndrome de taquicardia postural y en cambio pueden pronosticar que el paciente estará propenso a síncopes con más frecuencia.
El tratamiento de estos trastornos por lo general implica cambios en el estilo de vida, recomendándose a los pacientes con síncope vasovagal que ingieran más líquido y se mantengan bien hidratados, y a los pacientes con síndrome de taquicardia postural que realicen más ejercicio, así como que aumenten sus niveles de actividad.
* Medow MS, Merchant S, Suggs M, et al. Postural Heart Rate Changes in Young Patients With Vasovagal Syncope. Pediatrics. 2017;139(4):e20163189
** Anderson JB and Willis MW. Differentiating Between Postural Tachycardia Syndrome and Vasovagal Syncope. Pediatrics. 2017;139(4): e20164161
*** Larkin M. Dos trastornos que causan taquicardia se confunden en pacientes jóvenes. http://espanol.medscape.com/verarticulo/5901376?nlid=113699_4001&src=WNL_esmdpls_170410_mscpedit_gen&uac=252010CN&impid=1325976&faf=1