31.05.2022

Tomografía computada y/o ecocardiografía transesofágica en la endocarditis infecciosa

Médicos del Departamento de Ultrasonido del Hospital Central del Campo Petrolífero de Shengli, de la Provincia de Shandong, República Popular China, publicaron en la edición de marzo-abril de 2022 de Pakistan Journal of Medical Sciences los resultados de un metaanálisis que realizó una comparación de la precisión diagnóstica de la tomografía computarizada frente a la ecocardiografía transesofágica para el diagnóstico de la endocarditis infecciosa*.

La endocarditis infecciosa (EI) es un problema de salud devastador que generalmente requiere una intervención quirúrgica urgente, especialmente para pacientes con signos y síntomas de infección persistente, insuficiencia cardíaca intratable, disfunción valvular grave o formación de abscesos perivalvulares.

La tasa de mortalidad puede llegar hasta el 40%, aunque, en pacientes con gran vegetación, la cirugía temprana puede reducir la mortalidad y la incidencia de eventos embólicos sistémicos en relación con el tratamiento convencional.

La evaluación preoperatoria de las válvulas afectadas es importante, especialmente en términos de deterioro funcional y anatómico. Esta información es necesaria para ayudar a los cirujanos a planificar mejor la cirugía y también las operaciones oportunas que se pueden proporcionar a los pacientes.

Un estudio informado de un hospital de atención terciaria en Pakistán encontró que la endocarditis infecciosa se asoció con el 32 % de la mortalidad de pacientes hospitalizados. Otro estudio retrospectivo de Pakistán mostró un 27 % de mortalidad general.

El método de diagnóstico estándar de oro para diagnosticar anomalías estructurales en la EI es la ecocardiografía transesofágica (ETE).

Esta técnica se puede realizar fácilmente sin exponer a los pacientes a la radiación. La vegetación, los abscesos anulares, los pseudoaneurismas, las fístulas, la perforación de las valvas y la dehiscencia valvular son síntomas característicos de la EI identificados por ETE.

Sin embargo, el diagnóstico definitivo de vegetación y extensiones perivalvulares en todo el corazón no siempre es fácil debido a la ventana de eco limitada y la posible complejidad de la enfermedad.

En los últimos años se han producido rápidos avances en la tomografía computarizada (TC) cardíaca, lo que ha llevado a su uso para la obtención de imágenes cardíacas y de las arterias coronarias.

Además, los avances en términos de resolución temporal y espacial ahora permiten que los escáneres de TC faciliten la obtención de imágenes cardíacas de alta resolución.

Como tal, durante la última década, la TC se ha utilizado como una modalidad de imagen alternativa para diagnosticar la EI. Dicho esto, la TC tiene varias desventajas, a saber, que expone a los pacientes a la radiación y que no se puede realizar al lado de la cama.

El valor diagnóstico de la TCC está actualmente limitado por unas cuantas investigaciones y se desconoce su efectividad en comparación con la ETE.

Por lo tanto, los autores realizaron un metaanálisis de los estudios publicados existentes para comparar la precisión diagnóstica de la TAC y la ETE para el diagnóstico de EI. y sus complicaciones.

Las publicaciones originales publicadas en inglés antes de julio de 2021 se buscaron exhaustivamente en las bases de datos de literatura PubMed, CENTRAL (Cochrane Central Register of Controlled Trials) y Google Scholar.

Los estudios se incluyeron si utilizaron la TC o la ETE como prueba índice, presentaron datos sobre las complicaciones valvulares relacionadas con la endocarditis infecciosa y utilizaron los hallazgos quirúrgicos como estándar de referencia.

La selección de literatura identificó quince estudios que cumplieron con los criterios de inclusión.

El metaanálisis mostró que la sensibilidad de la TC para detectar abscesos valvulares fue mayor que la de la ETE [0,88 (intervalo de confianza [IC] del 95 %: 0,82 a 0,94; 11 estudios con 842 sujetos) versus 0,74 (IC del 95 %: 0,65 a 0,84) P = 0,015; 12 estudios con 917 sujetos].

La ETE mostró una sensibilidad estadísticamente significativamente mayor que la TC para detectar vegetación valvular [0,91 (IC del 95 %: 0,84 a 0,97, 11 estudios con 971 sujetos) versus 0,80 (IC del 95 %: 0,69 a 0,82), 12 estudios con 915 sujetos, P = 0,019 .

En el caso de la detección de folíolos, la ETE mostró una sensibilidad significativamente mayor desde el punto de vista estadístico que la TC (0,76 frente a 0,46, P = 0,010).

Los autores admiten limitaciones de las observaciones consignadas en su metaanálisis

En particular, la TCC se utilizó para diagnosticar pacientes con EI con factores de riesgo adicionales, como EI de válvula protésica, cirugía cardíaca previa, EI de válvula aórtica y evaluación de complicaciones radiculares.

Muchos estudios tampoco informaron los IC del 95 % para la especificidad, por lo que existe la posibilidad de que los IC del 95 % calculados puedan sobrestimar la sensibilidad y la especificidad agrupadas.

Como conclusión, los autores admiten que para detectar vegetación y abscesos, la TCC y TEE tienen sensibilidades y especificidades de moderadas a altas. Cuando se compararon entre sí, la tomografía fue estadísticamente significativamente más sensible para detectar abscesos, mientras que la ETE fue estadísticamente significativamente más sensible para detectar vegetaciones.

La correcta aplicación tanto del ETE como de la TCC en la práctica clínica puede dar lugar a mejores resultados diagnósticos. Se necesita más investigación para validar los hallazgos de este estudio.

* Jing L, Song Y. Comparing the diagnostic accuracy of computed tomography vs transoesophageal echocardiography for infective endocarditis – A meta-analysis. Pak J Med Sci. 2022 Mar-Apr;38(3Part-I):736-742. doi: 10.12669/pjms.38.3.5139. PMID: 35480540; PMCID: PMC9002412.

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