15.06.2017

Usuarios de teléfonos celulares y salud

Hace un año, en junio de 2016, el FIAI extendió sus actividades al uso de la mensajería instantánea, lo que está reflejado en el Editorial ANIVERSARIO… y fue reiteradamente comentado y subrayado. Se desprende de ello un uso de los teléfonos celulares inteligentes que un grupo de médicos aplicamos para nuestra formación continua a través de la discusión de casos, bibliografía y el abordaje de temas diversos por subespecialidad.

Una pregunta que surge como contracara de esta utilización académica es la referente a ¿Quién usa las aplicaciones de salud del teléfono móvil y aplica los contenidos y propositos de dichas aplicaciones?

A tales fines la NOTICIA DEL DÍA comenta un artículo de reciente publicación en el Journal of Medical Internet Research* que parte su análisis del escenario de considerar que el uso de teléfonos móviles y la utilización de aplicaciones de software que persiguen un estilo de vida saludable (genéricamente conocidas como ”aplicaciones de salud«) están proliferando rápidamente y que existe poca información sobre quiénes son los usuarios de tales aplicaciones en términos de sus características sociales demográficas y de salud y las intenciones de cambio y las conductas saludables que derivarían de su uso.

Por lo tanto los autores del texto se propusieron como objetivos (1) describir las características sociodemográficas asociadas con el uso de las aplicaciones de salud en una muestra reciente representativa de los Estados Unidos; (2) evaluar los predictores de actitud y conductuales del uso de dichas aplicaciones de salud para la promoción de la misma y (3) examinar la asociación entre su uso y el cumplimiento o no de las normas y directrices recomendadas en lo referente la ingesta de frutas y verduras y la actividad física.

Se analizaron con dicho propósito los datos sobre usuarios de dispositivos móviles y aplicaciones para la salud a partir de la Encuesta Nacional de Tendencias de la Información de Salud 2015 (HINTS por sus siglas en inglés) del Instituto Nacional del Cáncer, que fue diseñada para proporcionar estimaciones representativas a nivel nacional de información sobre salud en los Estados Unidos y que está disponible públicamente en Internet**.

Fueron utilizados modelos de regresión logística multivariada para evaluar los predictores sociodemográficos del uso de dispositivos móviles y las aplicaciones de salud y para examinar la asociación entre el uso de las mismas, las intenciones de cambiar el comportamiento expresadas por los usuarios y el cambio real de comportamiento en lo relativo al consumo de frutas y verduras, la actividad física y la pérdida de peso.

De los 3677 encuestados HINTS totales, los individuos mayores (45-64 años, odds ratio, OR 0.56, IC del 95% 0.47-68, 65+ años, OR 0.19, IC 95% 0.14-0.24), varones (OR 0.80, 95% CI 0.66-0.94), y tener un grado (OR 2.83, IC del 95% 2.18-3.70) o menor que la educación secundaria (OR 0.43, IC del 95% 0.24-0.72) se asociaron significativamente con una probabilidad reducida de utilizar aplicaciones de salud como las comentadas.

Del mismo modo, tanto la edad como la educación fueron variables significativas para predecir si una persona había adoptado un dispositivo móvil, especialmente si esa persona era un graduado universitario (OR 3.30). Los individuos con aplicaciones tenían una probabilidad significativamente mayor de reportar intenciones de mejorar su ingesta de fruta (63.8% con aplicaciones vs 58.5% sin aplicaciones, P = 0.01), el consumo de vegetales (74.9% vs 64.3%, P < 0.01), la actividad física (83.0% Vs 65,4%, P <0,01), y la pérdida de peso (83,4% vs 71,8%, P <0,01). Las personas que utilizaban aplicaciones también tenían más probabilidades de cumplir con las recomendaciones de actividad física en comparación con las que no tenían dispositivos o aplicaciones de salud (56,2% con aplicaciones vs 47,8% sin aplicaciones, p <0,01).

Por lo tanto los usuarios principales de las aplicaciones de salud eran individuos más jóvenes, tenían más educación, reportaron una salud excelente y tenían un ingreso más alto. También se observó que el uso de estas apps se asoció con mayores intenciones de cambiar la dieta y la actividad física y cumplir con las recomendaciones que promueven las guías.

Terminamos esta NOTICIA, invirtiendo el orden de las palabras para decir: «Salud, usuarios de teléfonos celulares»

* Carroll, J. K., Moorhead, A., Bond, R., LeBlanc, W. G., Petrella, R. J., & Fiscella, K. (2017). Who Uses Mobile Phone Health Apps and Does Use Matter? A Secondary Data Analytics Approach. Journal of Medical Internet Research, 19(4), e125. http://doi.org/10.2196/jmir.5604

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5415654/

** https://hints.cancer.gov/docs/Using-Survey-Weights12-13-05.pdf

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